26 de julio de 2024

Bellingham, el héroe del Madrid en la Champions

Bellingham, en el minuto 94, evitó un tropezón y de los grandes para el Real Madrid en su debut de la  Champions. Hasta que llegó el tanto agónico del inglés, los de Ancelotti se mostraron incapaces de marcarle al Union Berlin, en teoría el rival más flojo del grupo. Los alemanes ya estaban pensando en el empate, cuando apareció Bellingham para salvar a su equipo y evitar un tropezón europeo.

Ancelotti apostó por las rotaciones en el estreno de la Champions para enfrentarse a un Union Berlin que llegó al Bernabéu dispuesto a disfrutar, tanto en la grada como en el campo, de jugar un partido de Champions en Chamartín, algo nuevo para el equipo y la afición alemana. El inicio del duelo fue frenético, con una primera media ocasión para el Union, a la que el Real Madrid respondió con otras de Joselu y su cabeza. Ese ritmo inicial que prometía mucho se acabó a los 10 minutos. El Real Madrid se hizo con el balón y el Union Berlin dio un paso atrás para defender su portería y aprovechar cualquiere robo o fallo de los de Ancelotti para salir a la contra.

Sí, el Real Madrid tenía la pelota, pero para qué. Realmente para nada. Mucho pase horizontal, sin darle velocidad al juego y sólo alguna acción suelta de Lucas, Modric o Bellingham ponían algo de emoción en el campo. A los blancos les faltaba ese jugador, llamémosle Vinicius, por ejemplo, capaz de descolocar a la defensa del equipo alemán. Sí, Rodrygo lo intentaba, pero se quedaba en eso, en un intento. El partido era cada vez más aburrido y ante eso, lo mejor era disfrutar de los cánticos de las aficiones, con los alemanes superando claramente a la grada de animación blanca. Imagínense cómo estaba el partido si eso era lo mejor de lo que se estaba viviendo en el césped del Bernabéu.

Así, que pasara nada, se llegó al descanso de un partido que en esos 45 minutos, el Real Madrid sólo realizó un disparo entre los tres palos por ninguno del Union Berlin. No hace falta decir nada más, como dijo Schuster. La segunda parte comenzó mucho más animada que como acabó la primera, algo que fue de agradecer. El Union Berlin apareció por los dominios de Kepa y el Real Madrid disfrutó de una doble ocasión para marcar. Fue Rodrygo el protagonista de esas acciones blancas. Primero, el meta alemán le negó el gol y después, el poste. Eso despertó a la afición blanca y al equipo de Ancelotti que se dejó de tanto control de balón y fue con todo a por la meta de un Union Berlin que vio como el poste se volvió a ser su mejor aliado para evitar el gol de Joselu. Los blancos apretaban, pero seguían sin marcar y Ancelotti decidió poner en el campo a Valverde y Kroos y quitar a Tchoauméni y Camavinga, bastante discretos.

Con información de: Mundo deportivo

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