5 de mayo de 2024

Sin justicia para Paola, a un año de aparecer muerta en una primaria de Tuxtla Gutiérrez 

Una serie de negligencias de la Fiscalía de Chiapas ante el hallazgo sin vida de una trabajadora dentro de una primaria impidió que su muerte fuera investigada como feminicidio.

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.- A un año de que Paola Yazmín Ocampo Alcázar fuera encontrada muerta dentro de la cisterna de la escuela primaria “David Gómez” donde trabajaba como intendenta, sus familiares denunciaron que las investigaciones sobre su presunto feminicidio no fueron investigadas con perspectiva de género por parte de la Fiscalía de Chiapas.

Flor Emilia Alcázar, madre de Paola, lleva un año realizando protestas e investigaciones por su cuenta, ante la opacidad de la Fiscalía, autoridad que dictaminó que la muerte de Paola, de 37 años, fue un «ahogamiento accidenta», a pesar de que no se presentaron pruebas contundentes.

Foto: Issa Maldonado (Archivo).

“Aquí mataron a mi hija”, señala Flor Emilia afuera de la primaria donde su hija fue reportada como desparecida el 7 de diciembre de 2022 y un día después, fue encontrada sin vida.

Fueron sus hermanas quienes la buscaron y encontraron, luego de recorrer el patio, la dirección y salones, hasta llegar a la cisterna que estaba cerrada con un candado, donde flotaba el cuerpo de Paola.

Doña Flor advierte que, desde un inicio, la investigación estuvo plagada de irregularidades, debido a que está convencida de que el cuerpo de Paola fue “sembrado”. 

Foto: Issa Maldonado.

Relató que unas bolsas de basura fueron sacadas horas antes del hallazgo. Asimismo, a los pocos meses el centro educativo fue reabierto y, en la actualidad, es remodelado en una parte de su fachada. “¿Por qué lo hicieron?”, cuestionó entre lágrimas.

Foto: Issa Maldonado.

FGR atrae el caso

Ante la falta de avances en las investigaciones y el reclamo de sus familiares para que la muerte de Paola fuera investigada como feminicidio, la Fiscalía General de la República (FGR) atrajo el caso, que presenta “avances positivos”.

Doña Flor reconoce que las movilizaciones que realizó con la Colectiva de Madres en Resistencia en Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de Las Casas y la Ciudad de México, dio una luz de esperanza para que los feminicidios de sus hijas se visibilizaran.

Para Flor Emilia, su hija era “un tesoro, no es porque sea mi hija, pero era muy caritativa, a menudo llegaba a los hospitales a dejar pan y café o tamalitos a la gente que tiene enfermos”.

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