Desde 2010 a la fecha son más de 7 mil niñas, niños y adolescentes desplazados por la violencia en Chiapas
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.- La Red por los Derechos de la Niñez y Adolescencia en Chiapas (Redias) lamentó la escalada de violencia armada en el estado, que impacta a niños, niñas y adolescentes inmersos en un escenario de desplazamiento forzado e incluso de muerte.
A través de un comunicado, la organización manifestó “nuestra más profunda preocupación” por los hechos ocurridos en Frontera Comalapa y Chenalhó, municipios donde se registraron enfrentamientos armados.
En Frontera Comalapa, refirió, se registró el asesinato de un menor de 15 años, además de detonaciones de bombas, disparos a la población, reclutamiento forzado de jóvenes y destrucción de viviendas en las comunidades de Lajerío y Candelaria, obligando a huir a las familias, incluyendo la niñez y la adolescencia.
En tanto, en los Altos de Chiapas, en la comunidad Polhó de Chenalhó, un ataque armado acabó con la vida de un niño de tres años y una niña de 11 resultó herida con arma de fuego en el tórax.
“En estas situaciones de violencia extrema, niñas, niños y adolescentes están expuestos a perder la vida y sufrir daños irreparables a su salud, integridad, vivienda y patrimonio. El temor y desplazamiento impide su regreso a las escuelas, y la falta de actuación de las instituciones para prevenir y atender estas situaciones les coloca en riesgo de ser utilizados por grupos criminales”, mencionó la organización.
En el comunicado indicaron que, según la organización Melel Xojobal, los homicidios contra niñas, niños y adolescentes por arma de fuego en el estado han aumentado, de dos en 2021 a cuatro en 2023.
De acuerdo a un registro del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, hay más de 6,000 niñas, niños y adolescentes desplazados por la violencia desde 2010 a la fecha y con estos hechos la cifra asciende a más de 7 mil.
Por ello, las organizaciones hicieron un llamado urgente a los tres niveles de gobierno, así como a las instancias internacionales de derechos humanos “para detener la violencia armada en la entidad y generar una estrategia de atención integral a las niñas, niños y adolescentes en condición de desplazamiento forzado”.
La estrategia, consideraron, debe garantizar “la supervivencia y desarrollo de las infancias y adolescencias desplazadas, la integridad y seguridad de las comunidades que han recibido a quienes huyen de la violencia”, así como la entrega de ayuda humanitaria y atención psicosocial de las familias que han sido víctimas de la violencia armada.