Factores como el cambio climático, la falta de lluvias y la ausencia de apoyos han provocado una grave crisis en la apicultura, con pérdidas de hasta el 40% en la producción de miel y una preocupante tasa de mortalidad en las abejas.
Félix Enrique Mandujano Corzo, apicultor de la región central, informó que la temporada de producción de miel, que concluyó en diciembre, arrojó cifras alarmantes. La producción ha disminuido drásticamente, y cada año el acopio del producto es menor.
Para 2025, las proyecciones no son alentadoras. Mandujano Corzo explicó que muchos apicultores han abandonado la actividad debido a la falta de incentivos y al alto costo de los insumos. Además, el cambio climático ha impactado negativamente la población de abejas y la disponibilidad de flora apícola, mientras que la urbanización y el cambio de uso de suelo han reducido las áreas donde las abejas pueden recolectar néctar.
En cuanto a los volúmenes de producción, los datos son preocupantes. En 2023, un apicultor podía obtener en promedio 18kilos de miel por colmena; sin embargo, para este año se estima que esa cifra caerá a solo 6 kilos. Esta reducción afecta directamente los ingresos de los productores y la disponibilidad de miel de calidad en el mercado.
Además de los efectos del cambio climático, los apicultores enfrentan un incremento en el costo de los insumos necesarios para la producción. Actualmente, producir un kilo de miel cuesta entre 45 y 50 pesos, mientras que el precio de venta oscila entre los 140 pesos por kilo, lo que genera una menor rentabilidad para los productores.
Con más de 20 años de experiencia en la apicultura, Luis Mandujano advierte que la producción de miel enfrenta un futuro incierto. Sin apoyo gubernamental y con los efectos cada vez más intensos del cambio climático, el sector podría sufrir un declive irreversible en los próximos años.