Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.- Han pasado dos años desde que Ivett Adriana Samayoa fue removida del cargo de docente en la Facultad de Ingeniería, de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach). Hoy pide justicia para su caso y que sea restituida en su cargo.
En entrevista, recordó que la terminación de su contrato se registró el 14 de diciembre de 2020, “y desde entonces hemos seguido en la lucha legal… Ya pasamos por Conciliación y Arbitraje, donde no pasó porque la otra parte no compareció en el mismo».
Como no se pudo llegar a un acuerdo, la docente refirió que no le quedó de otra que interponer una demanda laboral, para defender sus dos décadas de servicio.
La docente, señaló que en 2019 le habían abierto una carpeta de investigación por falsedad, fraude, peculado y mal uso de atribuciones, pero ésta fue cerrada por falta de pruebas, pero en 2021 le abrieron otra por plagio, «pero esta carpeta también creo que ya la cerraron porque en la Fiscalía General pidieron (a la Unach) los comprobantes del dinero que según yo había recibido de regalías, pero obviamente no hay. Solo lo inventaron».
Samayoa dijo que cuando perdió su empleo, su fuente de ingresos se mermó drásticamente, situación que se ha complicado con la pandemia de Covid-19, pues no ha podido conseguir un nuevo empleo.
«Hay algunas opciones, pero son fuera, y como tengo una niña pequeña, me es difícil dejarla, porque el dejarla con alguien también es complicado».
Para ella, aceptó, su caso va lento, en comparación con otros casos que ha conocido de compañeros que, en pocos meses, tienen una respuesta a sus demandas laborales.
«En el Tribunal me argumentan que el atraso se debe a la pandemia, pero pues sabemos que hay algunas ‘recomendaciones’, y la Unach es un caso especial porque sus procesos, desde conciliación, están muy detenidos».