Locatarios de los mercados públicos Juan Sabines y Dr. Rafael Pascacio Gamboa estallaron este miércoles. Salieron a vender a la calle y bloquearon el centro, hartos de la invasión de ambulantes que —afirman— ha rebasado por completo a las autoridades municipales.
Afirman que el Centro de Tuxtla Gutiérrez está tomado por miles de vendedores informales que obstruyen accesos, desplazan a los comercios establecidos y ponen en riesgo a los peatones obligados a caminar entre los vehículos.
Los comerciantes señalan que el Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez ha ignorado sus solicitudes y que la situación se agravó en los últimos meses.
Isabel Nangucé Tondopó, secretaria de Interiores del mercado Juan Sabines, afirmó que los ambulantes ocupan las banquetas y entradas principales, afectando sus ventas hasta en un 60 por ciento.
De acuerdo con los inconformes, el reglamento establece un perímetro libre de comercio informal de 200 metros alrededor del mercado, pero esa norma no se respeta.
Denuncian que afuera se vende de todo: pollo, carne, pescado, camarón, ropa y alimentos sin ningún tipo de control sanitario, mientras ellos cumplen con pagos de Hacienda, salubridad y manejo de alimentos.
Los locatarios afirman que entre tres y cuatro mil ambulantes operan alrededor del mercado, superando ampliamente a los mil locatarios establecidos.
Los locatarios aseguraron que los vendedores informales pagan entre 40 y 80 pesos diarios por ocupar las vialidades, pero esos recursos no ingresan a cajas municipales. Incluso señalan que fiscales del Ayuntamiento asignan espacios específicos a los ambulantes, lo que consideran una prueba de tolerancia institucional.
Otro punto que preocupa a los locatarios es la venta de carnes y mariscos en plena vía pública, lo que consideran un riesgo sanitario.
Mireya Velasco, quien vende mariscos desde hace 40 años, indicó que sus ventas han disminuido hasta un 70% debido a que el producto se comercializa en la calle y los compradores ya no quieren ingresar al mercado.
Los inconformes advirtieron que mantendrán el bloqueo y la venta de sus productos en la calle si el Ayuntamiento no abre un diálogo real y emprende acciones firmes para retirar el ambulantaje.
