Autoridades registran 45 hectáreas arrasadas por al menos cinco incendios iniciados hace 10 días
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.- Las víctimas del incendio en el Cerro Mactumatzá han sido serpientes, iguanas, insectos, pájaros y tres mil árboles nativos que el fuego ha aniquilado. Hace dos décadas que, en esta reserva estatal, uno de los pulmones más importantes para los más de 604.000 habitantes de esta ciudad, no se registraba un incendio de gran magnitud: en los últimos días el fuego ha arrasado con 45 hectáreas.
Dos nuevos incendios forestales y de pastizal están activos en el Cerro Mactumatzá, una reserva que alberga flora y fauna nativa. Los primeros indicios apuntan a que los incendios habrían sido provocados intencionalmente, señaló Eder Mancilla Velázquez, titular de Protección Civil Municipal.
En conferencia de prensa, el funcionario municipal dijo que ayer jueves 90 brigadistas de Protección Civil Municipal y Estatal, así como bomberos, subieron al cerro para tratar de apagar el incendio que se encuentra en una zona de difícil acceso, a una hora y media de pie y que ha supuesto un arduo trabajo para los combatientes que tienen que soportar una sensación térmica de hasta 40 grados.
Luego de 13 horas en las que los brigadistas intentaron apagar el fuego que les provocó agotamiento, notaron el ingreso de varias personas al cerro, quienes buscaban realizar actividades de caminata y campamento, así como fogatas que podrían haber provocado el nuevo incendio en la reserva, dijo Mancilla Velázquez.
“Cuando estábamos en Tuxtla Gutiérrez nuevamente nos reportaron que se estaba incendiando el cerro, lugar donde no había ninguna posibilidad de reactivarse, la zona ya estaba fría, posiblemente sea una persona inadaptado o pirómano”, fustigó.
Por ello, el secretario dijo que este viernes las corporaciones policiales realizaron una reunión de seguridad con el fin de iniciar un operativo de vigilancia que permita sancionar a él o a los responsables de los incendios provocados en el Cerro Mactumatzá, ya que este tipo de incidentes no se registran desde hace 20 años.
Durante los trabajos de sofocación, mencionó Mancilla, los brigadistas han observado nidos abandonados y la huida de fauna, por lo que lamentó la muerte de especies.
Hasta el momento se han impactado 45 hectáreas de la reserva, lo que ha provocado la muerte de reptiles y aves, así como la quema de tres mil árboles endémicos.