Comuneros de Venustiano Carranza realizan desde hace una semana un plantón en el Parque Central de la ciudad; buscan diálogo con autoridades federales
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.- Trabajadores del Palacio de Gobierno y ciudadanos que realizaban trámites fueron privados de su libertad por más de 24 horas por indígenas tsotsiles del municipio de Venustiano Carranza, quienes desde hace siete días mantienen un plantón en el Parque Central y una bloqueo sobre la Avenida Central y cruce con Calle Central.
Al rechazar un diálogo con la secretaria de Gobierno, Cecilia Flores Pérez y el gobernador del estado, Rutilio Escandón Cadenas, este lunes, integrantes de la Organización Campesina Emiliano Zapata (OCEZ)-Casa del Pueblo se plantaron con palos y piedras en el cerco policial del Palacio de Gobierno, impidiendo la salida del personal. Fue hasta la medianoche que las mujeres pudieron salir.
Los hombres que pasaron la noche privados de su libertad durmieron en bancas y en el suelo, mientras que los trabajadores lo hicieron en sus oficinas.
La organización campesina OCEZ-Casa del Pueblo se disputa 18.290 hectáreas con la Alianza San Bartolomé de los Llanos, lo que ha provocado que los pobladores de Venustiano Carranza se encuentren a la deriva, ya que, según testimonios, la situación es tensa en el lugar y no han podido salir de la región.
LA LIBERACIÓN
A las 11:20 de este martes, un centenar de hombres abandonaron el Palacio de Gobierno, luego de que los comuneros llegaran a un acuerdo con las autoridades y aunque se pensaba que iban a retirar el plantón que mantienen desde hace una semana, esto no ocurrió.
LLAMADO A LA PAZ
En ese contexto, la Iglesia Católica ha convocado a la OCEZ-Casa del Pueblo y a la Alianza San Bartolomé de los Llanos a una mesa de diálogo por la vía de la paz.
Las parroquias de Teopisca, Las Rosas, Soyatitán, Socoltenango y Venustiano Carranza emitieron un comunicado conjunto en el que manifestaron: “Tradicionalmente ustedes han sido un pueblo pacífico, unido y fraterno; han convivido en paz y armonía. Saben que la división y los enfrentamientos no son la solución, no son buenos para nuestras familias y comunidades”.
Y agregaron: “Al final, quienes ganan son los que tienen el poder y el dinero. Por eso, como Iglesia, los exhortamos a abandonar el rencor, el odio y la violencia, a dejarnos guiar por la razón y comenzar un nuevo diálogo para buscar solución a los problemas, encontrar un buen acuerdo, dejar a un lado los malos entendimientos que pueden llevar a más violencia, muerte y destrucción”.