Hasta 350 mil pesos ofrecen empresas y reclutadores a mujeres que acceden a rentar su vientre por nueve meses. La mayoría de ellas cumplen una condición: provienen de sectores de bajos recursos y tienen menos de 36 años.
Se trata de una red de corporativos dedicados exclusivamente a la gestación subrogada. Para ello, publican diversas ofertas en redes sociales para enganchar a mujeres fértiles que acepten ser madres y, por medio de un contrato, cedan a su hijo a particulares una vez que den a luz.
La práctica conocida como “renta de úteros” o “gestación por contrato” vive un boom a nivel nacional debido a que no existe una ley específica que regule esta actividad en la República mexicana.
Solo en los estados de Tabasco y Sinaloa ha sido legislada esta práctica, mientras que el resto de las entidades federativas divaga en el limbo, pues no está explícitamente prohibidos estos procedimientos.
Reporte Índigo tuvo acceso a varios casos de madres gestantes que celebraron un contrato con este tipo de empresas y vivieron una mala experiencia en el proceso o, en el peor de los casos, no recibieron la retribución económica que les prometieron.
Tal fue el caso de la usuaria “Tory Lb”, quien se sometió a un procedimiento de renta de vientres por la agencia Ovodonors, la cual, asegura, incumplió con los pagos que había prometido una vez iniciado el embarazo.
“A medida que avanzaba mi embarazo, me enfrenté a complicaciones y desafíos inesperados. A los 15 días de la transferencia, experimenté dolor y sangrado, lo que llevó a recomendaciones de reposo absoluto y la necesidad de renunciar a mi empleo”, precisa.
De acuerdo con la madre gestante, a pesar de las promesas de reembolso salarial y apoyo financiero, estos compromisos no se cumplieron de manera oportuna, lo que le generó secuelas a su salud.
“Durante el tercer mes, sufrí la ruptura del apéndice y resultó en una operación de emergencia. Una experiencia aterradora. A pesar de la gravedad, la agencia no me proporcionó ningún apoyo”.
El debate sobre su prohibición
Los vacíos legales y la falta de una ley nacional de gestación subrogada ha sido aprovechado por distintas empresas dedicadas al alquiler de vientres de mujeres para abrir operaciones en diferentes estados del país.
De acuerdo con el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), la ausencia de una regulación sobre reproducción asistida en México afecta las condiciones en las que se llevan a cabo estos contratos.
Al respecto, la diputada local del PRI en Nuevo León, Jessica Martínez, confirmó que existe la práctica del alquiler de vientres en el estado y destacó que, a falta de legislación específica al respecto, esta actividad no está prohibida en la región.
“Hace poco registramos a un niño de dos papás a través de un vientre subrogado, donde se hizo un contrato. Si se batalló mucho para registrar a la niña, unos ocho meses, pero se logró, sí se practica el alquiler del vientre”, dijo Martínez.
En cuanto a los costos asociados, la legisladora indicó que el registro de un niño nacido mediante la renta de un útero puede alcanzar hasta los 200 mil pesos. No obstante, detalló que existen opciones más accesibles.
“Como no es algo muy común, los notarios cobran mucho dinero. Creo que se tiene que trabajar para facilitar el registro de los niños, pues te piden cantidades exorbitantes para registrar el menor”.
Además, la legisladora advierte posibles consecuencias de prohibir la práctica del alquiler de vientres, argumentando que esto podría llevar a operaciones clandestinas en clínicas no reguladas, con tarifas más altas y potenciales abusos.
En los últimos años, el debate sobre el alquiler de vientres se ha centrado entre quienes consideran esto una práctica que viola los derechos humanos y otros sectores que aseguran que si existe un marco regulatorio, se puede ofrecer una opción económica para las mujeres y una vía de ser padres a las parejas que no pueden tener hijos por alguna razón.
A la ‘caza’ de mujeres
La industria de gestación subrogada sigue en ascenso en México y, precisamente en los estados donde hay vía libre, la apertura de empresas medianas y grandes se ha disparado.
Reporte Índigo identificó al menos diez empresas dedicadas a captar, en su mayoría, a mujeres de bajos recursos en posibilidad de rentar sus vientres, bajo la promesa de un pago de cientos de miles de pesos y la cobertura de los gastos generados durante el embarazo.
Sinaloa es uno de los estados que permiten la maternidad subrogada de forma oficial. Esto siempre y cuando la pareja interesada acredite en su totalidad que físicamente no es apta para procrear de forma natural.
Con información de: Reporte Indigo