Desde las primeras horas de este miércoles, cientos de fieles católicos acudieron a los iglesias de Tuxtla Gutiérrez para recibir la cruz de ceniza, marcando el inicio de la Cuaresma, un periodo de reflexión y preparación espiritual.
En la Iglesia San Marcos, cientos de creyentes acudieron a las misas de las 9:00 y 12:00 horas que fue oficiada por el sacerdote de la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, Elí Ballinas Urbinas en la Catedral de San Marcos.

“Nos acercamos a la iglesia a recibir el signo de la ceniza porque nos comprometemos a entrar en un una dinámica de conversión, de cambio, a portarnos mejor, a hacer las cosas bien, a esforzarnos por ser buenas personas, ayudar a las personas que nos necesitan. En general, al ser mejores personas, sobre todo con los que nos rodean a dejar el chisme, el vicio, a dejar el pecado y aquello que nos esclavice y nos aparta de Dios”.
Los creyentes manifestaron su fe al acudir a la iglesia para recibir la cruz de ceniza que se coloca en la frente de las personas.

Otros creyentes creen que el inicio de la cuaresma es un momento de reflexión y de arrepentirse de los pecados cometidos.
El Miércoles de Ceniza no solo marca el comienzo de la Cuaresma, sino que también es una jornada de ayuno y abstinencia para los creyentes. Esto significa que los fieles deben evitar el consumo de carne roja y aves, optando en su lugar por platillos a base de pescado, mariscos o alimentos vegetarianos.
Durante la homilía, los obispos recordaron la frase bíblica: «Eres polvo y al polvo has de volver», destacando la fragilidad de la vida y la importancia de la reflexión en este tiempo litúrgico.
En las iglesias de la ciudad se pudo observar sobre todo a personas de la tercera edad acudieron temprano y ya más tarde se empezó a ver también a familias completas con el símbolo de la cruz en la frente.
Este tiempo litúrgico se inspira en los 40 días que Cristo pasó en el desierto, ayunando y orando para fortalecer su espíritu antes de comenzar su misión.