«Los soldados rusos que no han cometido crímenes de guerra pueden rendirse» entregándose a Ucrania. De lo contrario, una cámara de refrigeración les espera», afirma la inteligencia ucraniana
(EFE).- Las autoridades rusas están construyendo en las regiones de Kursk y Rostov del Don, ambas fronterizas con Ucrania, morgues de más de 4.000 metros cuadrados para depositar allí a los soldados que mueren en el frente, aseguró hoy la inteligencia militar ucraniana.
«La construcción de estos complejos en el territorio de Moscú confirma que el régimen de Putin envía a su ejército de ocupación a una línea de producción de muerte pero no puede hacer frente al flujo de muertos», dijo el Directorio de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania (GUR) en un comunicado.
Según el GUR, estas morgues gigantes están dotadas de cámaras de refrigeración con capacidad para un millar de cadáveres. En las instalaciones también habría espacios para almacenar ataúdes y velar a los muertos.
«El coste estimado de la construcción de uno de estos complejos para ocupantes muertos es de 600 millones de rublos (cerca de siete millones de euros al cambio actual) en Rostov del Don y de más de 800 millones de rublos (más de 9 millones de euros) en Kursk», afirma el GUR.
Según la inteligencia militar ucraniana, las cámaras frigoríficas de cada una de estas morgues cuestan «más de mil millones de rublos» (unos 11 millones y medio de euros).
«La Rusia terrorista ya no es capaz de esconder la magnitud de las bajas de personal en la guerra contra Ucrania», concluye el comunicado, que recuerda que «todos los soldados rusos que no han cometido crímenes de guerra pueden rendirse» entregándose a Ucrania.
«De lo contrario, una cámara de refrigeración les espera», dice el texto de la inteligencia militar de Kiev.