Las familias se han desplazado hacia Chicomuselo, luego de abandonar sus hogares por temor a perder la vida durante los enfrentamientos o ser reclutados por el crimen organizado
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.- Cuesta arriba, entre las montañas de la Sierra Madre de Chiapas, más de tres mil hombres, mujeres y niños caminaron más de tres horas para huir de Lajerío y Candelaria, dos comunidades ubicadas en el municipio de Frontera Comalapa donde la semana pasada la violencia estalló debido a los enfrentamientos entre dos cárteles de la droga.
El desplazamiento forzado ha sido documentado a través de fotografías en las que se puede ver a familias caminando por veredas solitarias, cargando mochilas y bolsas de plástico con las pocas pertenencias que pudieron sacar cuando comenzaron los enfrentamientos. El miedo a que sus familiares fueran reclutados por los delincuentes les hizo dejarlo todo.
Según autoridades comunitarias de la región fronteriza y Sierra Madre de Chiapas, las familias huyeron de sus hogares donde “se registra violencia armada, con uso de drones con explosivos y armas de alto calibre y unidades blindadas”, dejando zozobra entre los habitantes de las comunidades La Independencia, Candelaria y Lajerío.
En un pronunciamiento, indicaron que las familias se han refugiado en el municipio de Chicomuselo, ubicado a una hora en auto de Frontera Comalapa.
Las familias se han desplazado a las comunidades Barrio El corralito, Absalón Castellanos, Santo Domingo, Ejido Benito Juárez, Ejido Nicolás Bravo, Ejido Costa Rica, Ejido Mazapa, Ejido Candelaria, todos del municipio de Frontera Comalapa; así como en el Ejido Josefa Ortiz de Domínguez y el Ejido Pablo L. Sidar, en Chicomuselo.
Los líderes de los ejidos denunciaron que, “hasta este momento, los gobiernos federal y estatal, ni las fuerzas de seguridad, Guardia Nacional y el Ejército, han intervenido para salvaguardar la vida, la seguridad y la integridad personal de la población y ejidos de Frontera Comalapa y Chicomuselo, que ha llevado al desplazamiento forzado interno de tres mil personas, siendo la solidaridad y apoyo de los ejidos en donde se han refugiado la única ayuda que han recibido”.
Ante ese escenario exigieron, “asistencia humanitaria para las personas desplazadas, ello ajustado a estándares internacionales en materia de Derechos Humanos y Desplazamiento Forzado Interno; cumplan con su responsabilidad de garantizar y salvaguardar la paz, la justicia y los Derechos Humanos de la población y comunidades y ejidos de los municipios de Frontera Comalapa y Chicomuselo, generando medidas de no repetición, reparación del daño, aplicación de la ley y retorno seguro.”