Desde noviembre, el tiempo invernal se comenzó a sentir con intensidad importante en varias entidades de la República Mexicana, especialmente asociadas a lluvias y nevadas. Ahora, diciembre las temperaturas son notablemente más bajas ante aire polar seco, generando heladas significativas.
El fenómeno de El Niño sigue fortaleciéndose especialmente sobre el centro del Pacífico ecuatorial, asociado a más frío y lluvias en invierno sobre México. Las oscilaciones atmosféricas estarán pasando a fases negativas, especialmente en enero, así como la oscilación de Madden-Julian cambia a fases frías, dominando un vórtice polar estratosférico debilitado.
Esta circulación en contra de las manecillas del reloj que domina el polo norte y que se extiende desde superficie hasta cerca de 50 km de altitud, tendrá cambios importantes en las próximas semanas debido a su debilitamiento que hará cambiar la configuración.
Desde hace un par de semanas, estuvo elongado en dirección a Norteamérica lo que nos favoreció incursiones de masas frías y en general, tiempo invernal. El resto de diciembre y especialmente en enero, se prevé un calentamiento estratosférico que lo debilite y sus efectos pueden dirigirse nuevamente hacia México.
Los modelos están mostrando esta condición en los últimos días de este 2023 y durante la primera quincena de enero; si se verifica, durante la segunda quincena de enero de 2024 la intensidad del frío y posibles efectos de lluvia podrían presentarse en territorio mexicano.
Una vez que este calentamiento comience, todo hace indicar que la circulación troposférica cambiaría, es decir, diversas oscilaciones comenzarían a generar bloqueos que permitan el fácil desplazamiento de las masas polares y árticas al país. Si se combina con efectos de El Niño, la corriente un chorro podría entrar en juego trayéndonos humedad.
Entre finales de noviembre y el inicio de diciembre, la oscilación estuvo en fase negativa, indicando una mayor presión atmosférica en el Ártico, uno de los responsables de las condiciones invernales en México.
Actualmente la presión a disminuido por lo que la fase se hizo positiva; no obstante, las previsiones están indicando que nuevamente será una fase negativa estos últimos días de 2023 gran parte de enero de 2024.
Es probable que la oscilación del Pacífico Este también puede tener cierto aporte en fase negativa, la cual extiende una dorsal sobre el Pacífico norte hacia Alaska, generando qué el aire ártico fluya y recorra Norteamérica.
Es más sabido que sus efectos son relevantes en el verano sobre sistemas tropicales como ondas o ciclones, fortaleciéndolos. Durante el invierno sus efectos se combinan con el ENSO, y en este 2023-2024 con El Niño, altera el comportamiento de la corriente en chorro asociado al fenómeno del niño.
Con información de: Meteored