La leyenda de la música muere a los 56 años después de años de batallas de salud mental, y 18 meses después de que su hijo Shane, de 17 años, también muriera.
Su interpretación de Nothing Compares 2 U de Prince fue nombrada el sencillo número uno mundial en 1990 en los Billboard Music Awards. Ganó un Grammy al año siguiente por su álbum I Do Not Want What I Haven’t Got. Lanzó 10 álbumes de estudio durante su carrera récord.
El año pasado, su nombre volvió a los diarios tras el suicidio de su hijo Shane de 17 años. Otra desgracia, otro golpe devastador. A los pocos días fue internada porque sus allegados temían que intentara, una vez más, quitarse la vida.
La muerte de su hijo agravó la salud mental de la artista que había sido diagnosticada con trastorno bipolar en 2003. En varias ocasiones O’Connor había amenazado públicamente con quitarse la vida.
Por el momento se desconocen los motivos de la muerte de la cantante.
Con información de Infobae.