Las catrinas se sumaron a las más diversas expresiones culturales de México que se desparraman a diario por América Latina y el Caribe.
Por quinto año consecutivo, un festival de catrinas se desplegó, con una variedad de sabores y músicas provenientes de México, en el Parque Nacional, uno de los emblemáticos de la capital costarricense.
El Parque, que alberga monumentos y bustos para honrar la historia de Costa Rica y a los héroes de las gestas americanas, quedó cubierto por una actividad de color e imaginación con las más diferentes vestimentas de inspiración mexicana… en homenaje a la muerte en unas fechas simbólicas por la conmemoración hoy del Día de Muertos, de los Fieles Difuntos o de Todos los Santos.
“El objetivo es aprender y compartir aún más del significado espiritual y cultural de las catrinas”, afirmó el empresario gastronómico mexicano José Cárdenas, Productor de CBW Marketing y organizador del encuentro, denominado “Katrinasfest”.
Desde los famosos tacos de pastor, birria, quesadillas, tortas de chilaquiles, cochinita pibil, elotes y esquites, sopes y muchas especialidades culinarias de la cultura mexicana hasta repostería, dulces, chocolates, bisutería, helados alegóricos de la fecha y artesanos expertos en panadería completaron la agenda de la cita, con maquillaje artístico al estilo catrinas, bandas rítmicas con más de 200 integrantes, artistas de danza o lucha libre: todo con sello de México.
Las mascaradas de Costa Rica son muestras de la tradición oral popular y muchas se originaron en la época de la Colonia, por lo que proliferaron en el siglo XX y marcaron hace más de 27 años una vía para defender algunas costumbres criollas de esta época.
En 1997 se estableció al 31 de octubre como Día Nacional de la Mascarada Tradicional Costarricense y, como reflejo de la multiculturalidad y la pluriculturalidad de Costa Rica, con la clara intención de resistencia al Halloween y su incursión social, publicitaria y comercial en noche de brujas y golosinas.
Con información de: El Universal