La muerte de Iker, un niño de siete años que hacía malabares en las calles, llevó a la captura del hombre y el rescate del grupo de menores que vivían hacinados
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.- Un hombre de 42 años identificado como Domingo “N” quien presuntamente explotaba laboralmente a 15 niños chiapanecos, fue capturado por policiales de la Secretaría de Seguridad Pública, en coordinación con la Fiscalía General de Justicia del Estado de Yucatán.
De acuerdo con investigaciones policiales, se conoció que Domingo D.G. tenía orden de aprehensión vigente en esa entidad por el delito de privación ilegal de la libertad en la modalidad de plagio o secuestro, del cual había logrado fugarse desde 2001.
Agentes investigadores y fiscales de Yucatán, en colaboración con las autoridades de Chiapas, ejecutaron la orden judicial y se la entregaron para que continuara el proceso penal en su contra.
El pasado lunes, un grupo de al menos 15 niños chiapanecos de distintas edades que eran obligados a vender en las calles, fueron secuestrados y puestos bajo resguardo por la Policía estatal en Mérida, Yucatán, mientras que un hombre identificado como el presunto explotador de mano de obra infantil fue capturado por los uniformados.
El maltrato infantil quedó al descubierto luego de la muerte de Iker, un niño de siete años que fue atropellado en la avenida Líbano de Mérida, mientras pedía dinero a cambio de malabarismos, la Policía Estatal de Yucatán inició una serie de investigaciones, ya que nadie afirmó el cuerpo del menor.
Siete días después de la trágica muerte de Iker, su cuerpo sigue en el Servicio Médico Forense (Semefo), a la espera de que su familia venga a reclamarlo, de lo contrario será sepultado en la fosa común.
Sin embargo, derivado de ello, la Policía Estatal desplegó un operativo en una vivienda señalizada con el número 554 en la calle 68, entre 67 y 69, cerca de la Terminal de Ómnibus ADO de esa ciudad.
En el lugar fueron encontrados unos 15 niños del estado de Chiapas, quienes presuntamente eran obligados a trabajar en varios puntos de Mérida en condiciones de riesgo por una red de trata de personas.
Las edades de los niños oscilan entre los cuatro y los 16 años, quienes presuntamente fueron obligados a trabajar y vivían en habitaciones hacinadas.
Los niños rescatados fueron puestos a disposición de la Unidad Especializada para la Prevención de la Violencia Familiar y de Género.