Las jugadoras de la Selección española de futbol Alexia Putellas, Irene Paredes y Misa Rodríguez ratificaron este lunes en la Audiencia Nacional que existieron presiones después del beso que el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales propinó a la jugadora Jennifer Hermoso en la entrega de trofeos del Mundial en Sidney (Australia).
Fuentes fiscales informaron a Europa Press que las futbolistas confirmaron ante el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 1, Francisco de Jorge, los hechos que figuran en la querella, que atribuye a Rubiales la comisión de los presuntos delitos de agresión sexual y coacciones.
También respaldaron la versión dada por Hermoso en su declaración ante la Fiscalía del pasado 5 de septiembre cuando se presentó en la sede de la Fiscalía General del Estado para presentar la “denuncia expresa”.En el interrogatorio a las jugadoras, que se extendió a lo largo de toda la mañana, habrían sido preguntadas por varios episodios clave que ocurrieron después de que se coronasen como campeonas del mundo. El primero sería el ocurrido en el autobús de la selección tras la victoria, cuando aún festejaban y cuando a Hermoso se le enseña supuestamente un comunicado para ser difundido por la Federación.
Tras este primer hito, en el interrogatorio a las jugadoras se les ha preguntado también por las supuestas presiones sufridas por Hermoso en el avión de vuelta a España y en las vacaciones que la RFEF pagó a las jugadoras en Ibiza por lograr el Mundial y en el que sí estuvieron Misa Rodríguez y Alexia Putellas además de Hermoso.
Las fuentes consultadas por Europa Press indican además que han sido preguntadas por el papel que jugó en esas presuntas coacciones el exseleccionador Jorge Vilda, quien también consta como investigado en la causa. Han confirmado esas presiones de Vilda pero como testigos de referencia, es decir que no tuvieron conocimiento directo de ese hecho sino a través de otra persona.
Con información de: Publimetro