Morena le fallaron los tiempos. Hasta ahora, no ha logrado concretar cuál será la fórmula que aplicarán para descartar a los hombres mejor posicionados para las gubernaturas y entregarle la candidatura a una mujer, y que a su vez, esto garantice que la negociación política bastará para no tener fracturas que los lleve a repetir el fracaso de Coahuila.
Fuentes directamente vinculadas con el proceso de encuestas, confirmaron a este medio que el primer motivo, fue el retraso de las encuestas en algunas entidades como Chiapas, Guanajuato y Jalisco, donde los encuestadores exigieron cambios en la logística para evitar ser nuevamente víctimas de la violencia. Aunque no hay alguna entidad donde el levantamiento de cuestionarios no hubiera podido concluir a tiempo para tener los resultados listos este lunes como se preveía.
Otro motivo, fue que algunos legisladores aspirantes estuvieron de acuerdo con que se aplazara, para poder posicionarse en sus entidades, pues las encomiendas legislativas de las últimas semanas, les impidieron reforzar sus estrategias territoriales.
Sin embargo, el principal motivo, es que el partido no ha logrado concretar una sola fórmula de paridad que aplique de forma genérica en las nueve entidades, para determinar cómo definirá cuáles serán los hombres que tengan que ceder sus lugares a las mujeres más competitivas, pues a diferencia de las elecciones anteriores, hay particularidades de cada entidad que complican las designaciones.
Como en Morelos, donde la posibilidad de que Lucy Meza, la mujer a la que más favorecen las encuestas en la entidad pudiera ser la abanderada de la oposición, complica la designación, pues se debe garantizar que el perfil que postulen sea altamente competitivo ante la todavía senadora morenista.
Para la decisión en general, hay sobre la mesa varias alternativas: algunas propuestas indican que en automático se entregue la candidatura a la segunda mujer mejor posicionada como en elecciones anteriores; otros proponen que ahora se le dé mayor valor a la pregunta de por quién votaría, para tener más posibilidades de triunfo; y otros consideran que se deben ponderar varias circunstancias políticas que garanticen que la mujer que coloquen no sólo sumará la estructura del hombre que haya ganado, sino el triunfo del partido.
Con información de: Milenio